¿Hay que temer a la masonería?

En Alemania, Adolf Hitler adoptó la teoría de una conspiración sionista-masónica en la que la élite financiera judía lo controlaba todo. La misma suerte corrieron los masones en Chine y la Unión Soviética.

No. De hecho, la masonería se describe como una sociedad fraternal que practica la filantropía. Además, sus principados se basan en principios de fraternidad, tolerancia, igualdad y búsqueda del conocimiento. Si bien es cierto que a lo largo de la historia la masonería ha sido objeto de numerosas teorías conspirativas y mitos, la realidad es que no representa una amenaza para la sociedad ni para los individuos.

La masonería no es una religión ni tampoco es una organización secreta; de hecho, cada logia de cada país tiene una página web pública donde describen sus actividades y los objetivos de la organización. La logia -lugar donde se reúnen sus miembros-, suelen ser lugares abiertos al público.

La mayoría de masones suelen estar involucrados en obras de caridad y en la promoción de valores cívicos y morales; tampoco están vinculados a ninguna religión en particular y entre los valores que promueven están los de la libertad de pensamiento y religión.

¿Qué es la masonería?

La Francmasonería es una organización humanista internacional que reúne a sus miembros sobre la base de sentimientos fraternales y de amistad. Defiende la dignidad humana, la tolerancia, la igualdad y se esfuerza por promover la búsqueda de la verdad, el progreso social y el desarrollo moral y espiritual del hombre a través de la ciencia. Por tanto, puede considerarse una institución educativa en la que los masones se esfuerzan por convertirse en personas dignas e íntegras.

Los francmasones tienen ambiciones universales y están organizados federalmente, formando asociaciones llamadas «logias» en cada país. A pesar de las diferentes orientaciones de la masonería, las logias comparten un lenguaje y una simbología comunes, como el logotipo con la llave cardánica, la brújula, el libro sagrado y las iniciales del Gran Maestro Constructor del Universo.

También comparten la iniciativa, por lo que los nuevos miembros deben pasar por un proceso de purificación para convertirse en aprendices, el primer grado de la masonería. La ceremonia de iniciación implica un juramento de secreto, jurando no revelar los procedimientos de la masonería. Este secreto da lugar a mitos y teorías conspirativas sobre la masonería.

Los orígenes de la masonería moderna

Las primeras sociedades masónicas se asocian a los gremios implicados en la construcción de las grandes catedrales góticas de Europa, los talleres conocidos como logias. Esta tradición «masónica operativa» perduró del siglo XIII al XVI, tras lo cual comenzaron a admitirse miembros honorarios, denominados «francmasones aceptados», desvinculados del gremio, que aportaban los ideales de tolerancia y universalismo.

En el siglo XVII, la organización adquirió una orientación intelectual y espiritual a partir de la cual se desarrolló la masonería moderna.

Esta fase comenzó en 1717, cuando cuatro logias de Londres fundaron la primera Gran Logia, la única que podía autorizar la formación de nuevas logias. Su Gran Maestro recopiló documentos sobre la historia, las reglas y las costumbres de la masonería antigua y redactó las Constituciones de Anderson de 1732. En los años siguientes, las logias se expandieron, combatiendo la ignorancia y el fanatismo religioso con educación y filantropía en una Europa marcada por las guerras religiosas entre católicos y protestantes.

La francmasonería se desarrolló en los albores de la Ilustración, cuando el empirismo, el racionalismo y el antropocentrismo empezaron a dominar la filosofía. El objetivo de la masonería en el siglo XVIII era crear una sociedad de pensamiento que uniera a los hombres que respetaban la moral natural, creían en Dios y trabajaban juntos independientemente de la religión y la política. Había que prestar juramento ante el gran constructor del universo, lo que significaba creer en el Dios de la Biblia pero ser libre de pertenecer a cualquier confesión cristiana. La masonería ofreció a pensadores de la Ilustración como Montesquieu y Voltaire un espacio en el que los ideales de libertad, igualdad y fraternidad podían realizarse lejos de las supersticiones del antiguo régimen.

Entre la leyenda y la realidad

Aunque la masonería no es una organización secreta, mantiene en secreto su funcionamiento interno. Esto rodea su historia de teorías conspirativas que van desde su implicación en crímenes y asesinatos hasta teorías sobre el Nuevo Orden Mundial. Muchas de estas teorías están relacionadas con el simbolismo de la masonería, que también se asocia a otras organizaciones secretas. como los Illuminati.

Sin embargo, la masonería ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de algunas naciones occidentales. Sus redes de contactos convirtieron a sus miembros en siervos coloniales ideales para imperios europeos como el británico. En Estados Unidos, que surgió durante la Ilustración, el legado masónico es claramente visible en la arquitectura y en los billetes de banco.

Sin embargo, varios regímenes autoritarios han utilizado las leyendas masónicas en su beneficio. En Alemania, Adolf Hitler adoptó la teoría de una conspiración sionista-masónica en la que la élite financiera judía lo controlaba todo, y Francisco Franco continuó esta teoría en España, añadiendo una defensa de la Iglesia católica.

La Unión Soviética y China también han prohibido la masonería por considerarla una asociación de la burguesía y el imperialismo, y en el mundo islámico se asocia con el sionismo.

Además, la masonería no siempre ha estado a la altura de sus ideales. En los primeros siglos, sólo los intelectuales de la aristocracia y la alta burguesía tenían la oportunidad de hacerse miembros de una logia masónica. En la dirección anglosajona, que apenas ha cambiado desde sus inicios, las mujeres seguían sin poder ingresar en las logias masculinas.

La primera logia mixta se fundó en 1983 en Francia, siguiendo el modelo continental, más libre y que permite el principio de laicidad. La masonería también ha sufrido el racismo: en Estados Unidos, la segregación llevó a la existencia de una logia masónica blanca y otra afroamericana.

Así pues, la masonería sigue siendo uno de los fenómenos más misteriosos e interesantes de la historia de la humanidad. Su influencia y simbolismo impregnan muchos aspectos de la cultura y la política, interviniendo en el desarrollo de muchos países a pesar de la plétora de teorías conspirativas. Sigue inspirando a estudiosos, historiadores y curiosos en busca de la verdad sobre su historia y su finalidad.

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