El 6 de noviembre de 1985, el Palacio de Justicia de Colombia, símbolo de la justicia y la ley, fue escenario de un trágico y devastador episodio. El Movimiento 19 de Abril (M-19) tomó el edificio, desencadenando una toma que se extendió por 64 horas y dejó un saldo devastador: 98 personas perdieron la vida, incluyendo 11 magistrados de la Corte Suprema.
Este audaz asalto marcó un antes y un después en la historia del país. El gobierno de Betancourt se tambaleó ante el golpe, enfrentando críticas por la presunta negligencia en la seguridad del Palacio de Justicia y por negociaciones secretas con el M-19.
El general Miguel Vega Uribe, comandante del Ejército, solicitó la renuncia de Betancourt, acusándolo de descuidar la seguridad y de mantener tratativas clandestinas con la guerrilla. Esta petición desencadenó tensiones y divisiones profundas en el seno del poder colombiano.
¿Por qué el M19 asaltó el Palacio de Justicia en Colombia?
El asalto al Palacio de Justicia por parte del M-19 fue un acto atroz con múltiples motivaciones y objetivos que combinaban elementos políticos, estratégicos y simbólicos. El M-19, un movimiento guerrillero colombiano fundado en 1970, decía tener como propósito inicial la lucha contra la corrupción política y la desigualdad social en el país. Sin embargo, con el tiempo, su enfoque se amplió hacia la búsqueda de cambios estructurales en el sistema político y económico.
El asalto al Palacio de Justicia fue, en parte, una acción destinada a llamar la atención sobre sus demandas y generar impacto mediático a nivel nacional e internacional. El M-19 decía hacer reclamos de justicia social, denunciar la corrupción y la opresión gubernamental.
La traición del M19 al gobierno de Betancourt
El M-19 y el gobierno de Belisario Betancourt estaban negociando cuando aconteció lo del Palacio de Justicia.
Las negociaciones entre el gobierno y el M-19 se habían iniciado en 1984, en el marco de la política de apertura democrática impulsada por Betancourt. Las negociaciones se llevaron a cabo en secreto, y el gobierno negó su existencia hasta después de la toma del Palacio de Justicia.
Según el testimonio de varios participantes en las negociaciones, las conversaciones estaban avanzando positivamente. El gobierno estaba dispuesto a conceder al M-19 una amnistía general, y el grupo guerrillero estaba dispuesto a deponer las armas.
Sin embargo, la toma del Palacio de Justicia puso fin a las negociaciones. El gobierno acusó al M-19 de haber traicionado la confianza del gobierno, y las negociaciones se suspendieron definitivamente.
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La existencia de las negociaciones entre el gobierno y el M-19 ha sido objeto de debate. Algunos analistas creen que las negociaciones eran una mera cortina de humo, y que el M-19 nunca tuvo la intención de llegar a un acuerdo con el gobierno. Otros analistas creen que las negociaciones eran genuinas, y que la toma del Palacio de Justicia fue un acto desesperado del M-19 para presionar al gobierno a aceptar sus demandas.
No obstante, la toma del Palacio de Justicia marcó el final de la política de apertura democrática de Betancourt. El gobierno se volcó hacia una política de mano dura contra las guerrillas, y el conflicto armado interno en Colombia se intensificó.
El tambaleante cuatrienio de Betancourt
A pesar de rechazar inicialmente la solicitud de renuncia por parte del general Vegas Uribe, Betancourt se vio presionado por el peso de los militares. Aunque decidió completar su mandato, la toma del Palacio de Justicia marcó el declive de su política de apertura democrática y desencadenó un cambio radical en la relación entre el gobierno y los militares.
Este suceso no solo evidenció las brechas políticas y sociales en Colombia, sino también reveló la creciente influencia militar en la esfera política del país. La crisis desatada por la toma del Palacio de Justicia se convirtió en un hito histórico que sacudió los cimientos del poder y dejó una profunda huella en la memoria colectiva de Colombia.
La tragedia del Palacio de Justicia no solo se contabiliza en cifras de víctimas, sino que también resonó en la credibilidad y estabilidad del gobierno; un capítulo oscuro en la historia colombiana y en la eterna búsqueda de la paz que más de una vez ha fracasado.
¿Qué pasó con el general Miguel Vega Uribe?
Luego de los sucesos relacionados con la toma del Palacio de Justicia en 1985, el general Miguel Vega Uribe, quien era el comandante del Ejército en ese momento, tuvo un papel significativo en medio de la crisis desencadenada por el asalto.
Sin embargo, su carrera militar continuó después de los eventos de la toma del Palacio de Justicia. A pesar de su papel crítico durante la crisis del Palacio de Justicia y su solicitud de renuncia al presidente, no se registraron consecuencias significativas o sanciones directas en su contra por esa acción en particular.
El general Miguel Vega Uribe falleció en un accidente aéreo el 5 de julio de 1993. Este trágico suceso tuvo lugar cuando el avión en el que viajaba el general Vega Uribe se estrelló en cercanías de la ciudad de Barrancabermeja, Colombia. Esta pérdida se produjo varios años después de su participación en los eventos relacionados con la toma del Palacio de Justicia en 1985.