Gustavo Petro, actual presidente de Colombia, podría estar trazando una estrategia para buscar la reelección, a pesar de que la Constitución colombiana prohíbe un segundo mandato consecutivo. Aunque la reelección está prohibida, existen dos vías legales que el petrismo podría utilizar para aprobarla y así perpetuar a la izquierda en el poder.
Referéndum Constitucional
Una opción es convocar un referéndum constitucional. Este puede ser impulsado por el presidente o mediante la recolección de firmas equivalentes al 5% del censo electoral, es decir, alrededor de 1.950.000 personas. Dado que Petro cuenta con una base sólida de apoyo, obtener estas firmas no sería un desafío. Sin embargo, la clave está en movilizar a la ciudadanía para que participe en el referéndum, asegurando así la aprobación de la reelección.
Asamblea Constituyente
La tercera y quizás más ambiciosa vía sería convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Esta asamblea tendría el poder de reescribir la Constitución, incluyendo la modificación de la prohibición de la reelección. Aunque es un camino más largo y complejo, no es improbable, sobre todo si el gobierno logra alinear a los nuevos magistrados de la Corte Constitucional, quienes serán nombrados en septiembre de 2025, para que faciliten este proceso.
Los obstáculos de la reelección de Petro
Uno de los mayores obstáculos para la reelección de Petro es su actual nivel de popularidad. Las encuestas indican que su aprobación oscila entre el 27% y el 40%. Aunque esto puede parecer bajo, representa un apoyo de entre 6 y 8 millones de votantes, una base leal y dispuesta a respaldar su reelección.
El petrismo podría aumentar esta base en los próximos años mediante una «operación remate». Esta estrategia consistiría en intensificar la entrega de subsidios y programas sociales en 2025, generando una percepción de cambio tangible en la población, especialmente entre los sectores más vulnerables. El objetivo sería consolidar el apoyo popular y aumentar su aprobación antes de intentar una reforma que le permita buscar un segundo mandato.
¿Cómo podría aumentar la popularidad de Gustavo Petro en los dos años que restan de gobierno?
Un factor clave para la reelección de Petro podría ser la movilización del 40% de la población colombiana que tradicionalmente no vota. Si el petrismo logra captar a estos votantes, el escenario electoral podría cambiar drásticamente. Esta estrategia es similar a la que utilizó el chavismo en Venezuela, aumentando la participación electoral y consolidando su poder.
Además, el discurso polarizante seguirá siendo una herramienta crucial. Mensajes que dividan al país en «buenos y malos», como el que Petro ha utilizado al hablar de las víctimas de los falsos positivos, pueden seguir fortaleciendo su base y polarizando el escenario político, lo que históricamente ha sido efectivo para líderes populistas.
El factor de la oposición
Uno de los problemas más graves para frenar la reelección de Petro es la fragmentación de la oposición en Colombia. El uribismo, el centrismo y una pequeña facción de la izquierda no petrista están tan divididos que la posibilidad de una alianza parece utópica. Esta división beneficia al petrismo, que se presenta como el bloque político más cohesionado y fuerte del país.
¿Es posible frenar a Petro?
Sería posible contrarrestar la posible reelección de Petro siempre y cuando la oposición replantee sus prioridades. Primero, debe superar los egos y centrarse en un objetivo común: la defensa de la democracia y las libertades en Colombia. Es crucial que los distintos bloques de oposición se unan, al menos en una agenda mínima, para evitar que el petrismo consolide su poder.
En segundo lugar, la oposición no debe descuidar las elecciones legislativas. Si el petrismo logra mayorías en el Congreso en 2026 y el nuevo gobierno 2026-2030 es de Gustavo Petro (o de alguien cercano ideológicamente), Colombia estará en peligro. Por eso es muy importante que la oposición logre conquistar mayorías en el próximo Congreso y así evitar que el petrismo tenga el control total del poder legislativo.
En conclusión, es un error subestimar la capacidad del petrismo para mantenerse en el poder. A pesar de su baja popularidad, Gustavo Petro tiene una base de apoyo significativa y una estrategia clara para aumentar su popularidad y conseguir la reelección. La oposición, dividida y desorganizada, enfrenta un desafío monumental. Si no logra unirse y replantear su estrategia, Colombia podría enfrentarse a un escenario en el que su democracia y sus libertades estarían en riesgo.