Susana es una joven trans que recientemente ha presentado una demanda contra el sistema de salud en España por la operación de cambio de sexo que se le practicó cuando era adolescente. En esta demanda, ella argumenta que la operación fue un error y que no recibió la adecuada información ni asesoramiento para tomar una decisión tan importante sobre su vida.
A diferencia de lo que se podría pensar a simple vista, la historia de Susana es bastante común. La disforia de género, que se caracteriza por la sensación de no identificarse con el género asignado al nacer, es un fenómeno que afecta a muchas personas. En su caso, ella sintió desde muy joven que había nacido en el cuerpo equivocado y que su verdadera identidad era la de un hombre.
A los 17 años, Susana recibió el diagnóstico de disforia de género y comenzó un proceso para realizar su transición. Este proceso incluyó terapia hormonal y, eventualmente, una operación de reasignación de sexo. Sin embargo, después de la operación, comenzó a tener dudas y se arrepintió de su decisión. Sentía que no había sido adecuadamente informada de los riesgos y consecuencias de la operación y que la cirugía no había solucionado los problemas que tenía.
Este caso pone en evidencia la necesidad de mejorar la atención médica y la información que se brinda a las personas trans durante el proceso de transición. Es importante que las personas que buscan realizar su transición reciban información completa y objetiva sobre los posibles riesgos y consecuencias, así como también apoyo emocional y psicológico durante todo el proceso.
La transición de género es una decisión importante y personal, y cada persona debe tener el derecho de tomar la decisión que considere más adecuada para sí misma. Sin embargo, es fundamental que se les brinde la información y el apoyo necesarios para tomar una decisión informada y evitar que se sientan presionadas a realizar una transición que no están seguras de querer.
¿Qué es la transexualidad?
La transexualidad es una condición en la que una persona se identifica con un género diferente al que le fue asignado al nacer. Por ejemplo, una persona nacida con genitales masculinos puede identificarse como mujer, y viceversa. Esta identidad de género no siempre coincide con las características físicas de la persona, y puede causar disforia de género, es decir, malestar emocional y psicológico.
La operación de cambio de sexo, también conocida como cirugía de reasignación de género, es un proceso médico que busca adecuar el cuerpo de una persona a su identidad de género. La operación puede incluir la modificación de los genitales, los senos, la voz y otras características físicas que se consideren necesarias para que la persona se sienta cómoda en su propio cuerpo.
La transexualidad es una condición reconocida médicamente y se considera una variante natural de la diversidad humana. Muchas personas transexuales buscan tratamientos médicos para ayudarles a alinear su cuerpo con su género interno, como terapia hormonal o cirugía de reasignación de sexo.
Es importante destacar que la transexualidad no es una enfermedad mental, ni una elección, ni una forma de vestir o actuar. Es simplemente una forma más de ser y existir en el mundo, que merece el mismo respeto y dignidad que cualquier otra identidad de género.
La operación de cambio de sexo, ¿es la solución?
Susana, quien a los 17 años fue diagnosticada con «disfrotia de género», describe la sensación que siente luego de su peración como un vacío, un sentimiento de haber perdido algo que nunca podrá recuperar. «Ahora me doy cuenta de que no era el género lo que me hacía infeliz, sino mi vida en general», dice. «Pensé que cambiando mi género, todo cambiaría, pero no fue así».
La experiencia de Susana es un ejemplo de que la operación de cambio de sexo no siempre es la solución definitiva para la disforia de género. En algunos casos, las personas pueden arrepentirse de haberla llevado a cabo, ya sea porque no les gusta el resultado o porque no resuelve sus problemas emocionales.
De hecho, según un estudio de la Universidad de Birmingham, alrededor del 3% de las personas que se someten a una operación de cambio de sexo se arrepienten de ella después.
Es importante tener en cuenta que la transexualidad es una condición compleja y cada persona la experimenta de manera diferente. Para algunas personas, la operación de cambio de sexo puede ser la solución adecuada para su disforia de género, mientras que para otras no lo es. Lo importante es que cada persona tenga acceso a la información y a las opciones disponibles para tomar la decisión que mejor se adapte a su situación.
En España, la Ley de Identidad de Género de 2007 reconoce el derecho de las personas a cambiar legalmente su género. Para ello, es necesario cumplir con ciertos requisitos, como ser mayor de edad, tener un diagnóstico médico de disforia de género y haber vivido durante al menos dos años en el género que se desea reconocer.
Además, en España, la sanidad pública ofrece la posibilidad de acceder a tratamientos hormonales y cirugías de reasignación de género de forma gratuita para aquellas personas que cumplen con los requisitos necesarios y que lo solicitan.