n campesino colombiano, Arlei Danilo Espitia Lara, fue acusado recientemente por Diosdado Cabello, líder del chavismo, de ser un “jefe paramilitar” en Venezuela. Según Cabello, Espitia habría ingresado junto a otro colombiano como parte de un grupo de supuestos mercenarios destinados a desestabilizar el país y asesinar líderes del gobierno.
La familia de Arlei asegura que las acusaciones son falsas y que el joven solo había viajado a Venezuela por amor. Los padres del detenido, humildes campesinos de Boyacá, presentaron pruebas de que su hijo es agricultor y vendedor de obleas, no un paramilitar. “Él nunca ha usado un arma; lo que ha manejado son herramientas para trabajar en el campo”, declaró María Edilma Lara, madre de Arlei.
Diosdado Cabello, figura clave del régimen venezolano, ha presentado en televisión a dos colombianos como “jefes paramilitares”, vinculándolos a un grupo de supuestos mercenarios con el presunto objetivo de desestabilizar Venezuela y atentar contra líderes de la revolución. Entre ellos se encuentra Arlei Danilo Espitia Lara, un campesino colombiano que, según su familia, viajó a Venezuela por amor y no por intereses criminales.
Familiares de Espitia Lara aseguran que el joven, de 24 años, es un humilde trabajador del campo oriundo de Úmbita, Boyacá, dedicado a sembrar cilantro, cebolla y papa. Su madre, María Edilma Lara, afirmó: «Él nunca ha manejado un arma, solo herramientas de trabajo». Con certificados y fotografías, su familia pide ayuda a la Cancillería y a organizaciones de derechos humanos para aclarar la situación.
Cabello, en una rueda de prensa transmitida el pasado 17 de octubre, detalló la detención de un grupo de presuntos mercenarios y afirmó que estos habrían sido entrenados y enviados a Venezuela por potencias extranjeras. En su organigrama, incluyó nombres como el expresidente colombiano Álvaro Uribe y la dirigente opositora María Corina Machado, señalando a Espitia como «jefe de los paramilitares».
Paola Reyes, amiga venezolana del detenido, declaró a Noticias Caracol que Arlei solo la había acompañado para conocer su país. Según su relato, la Guardia Nacional retuvo al joven bajo sospechas y le impidieron regresar, explicándole que sería trasladado a Caracas para una “investigación presidencial”.
La familia de Espitia, desesperada, espera que el gobierno colombiano intervenga pronto para esclarecer la inocencia del joven y asegurar su regreso seguro al país.