Caracas, 14 de agosto de 2024 – Aunque Machado no ha mantenido comunicación directa con el presidente colombiano Gustavo Petro, resaltó que su gobierno, a través de su canciller Luis Gilberto Murillo, ha estado en diálogo con la oposición venezolana.
Machado fue clara al expresar sus expectativas sobre el papel que Colombia debería jugar en este escenario. “Espero de Colombia posiciones firmes, nítidas, ajustadas a la verdad y valores democráticos”, declaró la lideresa, subrayando que, más allá de las diferencias ideológicas, lo que realmente está en juego en Venezuela es “el respeto a la soberanía popular frente a un sistema totalitario, una tiranía que se aferra al poder a la fuerza”.
Transición negociada: la única salida viable
Machado reiteró su llamado a una transición negociada en Venezuela, afirmando que “Maduro ha evaluado de manera incorrecta sus funciones y hay que presionar para que entienda que su mejor opción es aceptar los términos de una transición negociada”. A su juicio, el bloque de la mayoría opositora está dispuesto a avanzar en este proceso, siempre y cuando se respeten los resultados de los comicios, que según los datos de la oposición, dieron la victoria a Edmundo González Urrutia.
Machado enfatizó que no se trata de cohabitar con el régimen, sino de facilitar una transición hacia la democracia, destacando que están “dispuestos a ofrecer garantías e incentivos para todas las partes”.
Además, la opositora señaló que “todo el mundo sabe” que González Urrutia ganó los comicios “apabullantemente”, aunque criticó la falta de transparencia del CNE, que aún no ha publicado los resultados desagregados de las elecciones.
La prudencia de los gobiernos regionales y la intervención internacional
Machado también destacó la prudencia de Brasil, Colombia y México en mantener canales de comunicación abiertos con el régimen de Maduro, lo que consideró “una buena señal”. Sin embargo, subrayó la necesidad de una intervención internacional que exija una verificación estricta y autónoma de los resultados electorales.
Al referirse específicamente a Colombia, Machado reconoció que no puede “juzgar intenciones”, pero enfatizó la gravedad del impacto que la situación en Venezuela podría tener en el país vecino, “si Maduro se aferra a la fuerza, lo que podemos estar viendo en días o semanas es la ola migratoria más grande que ha habido hasta ahora”, advirtió.
Finalmente, la líder opositora destacó que dentro del oficialismo venezolano no existe una postura unificada respecto a una posible transición. “No es un grupo jerárquico, sino heterárquico. Hay grupos que están claramente dispuestos a negociar y presionar para que eso ocurra y otros que no. Otros están atrincherados y dispuestos a cualquier cosa”, concluyó.
Con estas declaraciones, Machado no solo subraya la importancia de una postura firme y democrática por parte de Colombia y otros gobiernos regionales, sino que también deja claro que la presión internacional y la disposición al diálogo serán clave en la búsqueda de una solución pacífica y democrática para Venezuela.