La decisión de Brasil de bloquear la entrada de Venezuela en los Brics, a pesar del respaldo de Rusia, se fundamenta en un deterioro de confianza, según ha revelado Celso Amorim, principal asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En una entrevista con O Globo, Amorim explicó que la negativa de Brasilia no está relacionada con cuestiones democráticas, sino con un «abuso de confianza» por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
El episodio clave que fracturó esta confianza fue la promesa incumplida de Venezuela de entregar las actas del Consejo Nacional Electoral (CNE) tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, un compromiso que Amorim había gestionado personalmente en Caracas, pero que nunca se materializó. «Nos dijeron algo y no se hizo», lamentó Amorim, subrayando que este incumplimiento fue determinante en la postura de Brasil hacia la incorporación de Venezuela al bloque.
Amorim dejó claro que la confianza rota fue un elemento clave para la decisión, a pesar de la buena fe con la que Brasil inicialmente abordó las conversaciones. Según fuentes cercanas al gobierno brasileño, el agotamiento de Lula con la gestión de Maduro ha llegado a tal punto que, a partir del 10 de enero, fecha en la que el presidente venezolano será juramentado, Brasil dejará de reconocer su mandato.
En respuesta, la Cancillería venezolana emitió un fuerte comunicado en el que calificó el veto brasileño como un «gesto hostil» y una «agresión» que se suma a las sanciones internacionales que ha enfrentado el país. Según el gobierno de Caracas, esta decisión no detendrá «el curso de la historia» ni sus aspiraciones de integración internacional.