Moscú (EFE).- El Ministerio de Defensa ruso confirmó este domingo que Ucrania ha utilizado por primera vez los misiles balísticos ATACMS, suministrados por Estados Unidos, en un ataque directo contra su territorio. Según el parte oficial, cinco de los proyectiles fueron interceptados por sus sistemas de defensa aérea, mientras que uno alcanzó una instalación militar en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania. Las autoridades aseguraron que el impacto no causó víctimas ni daños significativos.
Por su parte, fuentes militares ucranianas señalaron que el ataque tenía como objetivo un arsenal utilizado por las fuerzas rusas en la ciudad de Karáchev, situada en la región de Kursk, otra zona fronteriza estratégica. Según estas fuentes, el almacén contenía municiones para artillería, misiles antiaéreos y cohetes.
El ataque llega poco después de que medios estadounidenses informaran que la Casa Blanca había autorizado a Ucrania a emplear los misiles ATACMS en operaciones limitadas contra objetivos militares en Rusia. Hasta ahora, los aliados occidentales de Kiev habían rechazado esta posibilidad por temor a una escalada en el conflicto que pudiera involucrar directamente a la OTAN.
Sin embargo, el uso de estos misiles, que permiten alcanzar objetivos a mayor distancia con alta precisión, marca un punto de inflexión en el conflicto. Analistas consideran que este ataque es una señal de que Ucrania busca golpear la infraestructura logística de Rusia más allá de las líneas del frente.
Moscú ha calificado el uso de armamento occidental en su territorio como una «provocación peligrosa». Por su parte, Kiev sostiene que solo ataca objetivos militares estratégicos en respuesta a la agresión rusa. La tensión entre ambos países sigue aumentando mientras la comunidad internacional observa con preocupación este nuevo giro en la guerra.
Rango de potencia de los misiles ATACMS
Los misiles balísticos ATACMS, fabricados por Estados Unidos, representan un arma estratégica de alta precisión en conflictos modernos. Con un alcance que varía entre los 140 y los 300 kilómetros, dependiendo del modelo, permiten golpear objetivos a gran distancia, lo que los convierte en una herramienta crucial para atacar infraestructuras militares críticas, como depósitos de municiones, sistemas de defensa aérea o pistas de aterrizaje, sin necesidad de movilizar tropas.
Una de sus características más destacadas es su sistema de guía avanzado, que combina GPS y tecnología inercial para garantizar una precisión extrema en el impacto. Esto los hace ideales para operaciones que buscan maximizar el daño en objetivos específicos mientras minimizan el riesgo de daños colaterales. Además, los ATACMS pueden ser equipados con diferentes tipos de cabezas de guerra, desde explosivos convencionales hasta municiones de racimo, aunque estas últimas están restringidas por convenciones internacionales.
El lanzamiento de estos misiles se realiza desde plataformas móviles, como los sistemas M270 MLRS y M142 HIMARS, ampliamente utilizados por Ucrania. Estas plataformas permiten movilidad y rapidez en el despliegue, lo que dificulta su detección y destrucción por parte del enemigo.
En el contexto de la guerra en Ucrania, los ATACMS otorgan a Kiev una ventaja significativa al ampliar su capacidad para golpear instalaciones estratégicas rusas más allá de las líneas del frente. Este tipo de armamento ha sido considerado un cambio en las reglas del conflicto, pues permite a las fuerzas ucranianas debilitar la logística y las líneas de suministro rusas, aumentando la presión en regiones clave. Su introducción en el campo de batalla no solo es una demostración del apoyo occidental a Ucrania, sino también un movimiento que incrementa las tensiones en una guerra que amenaza con desbordar sus fronteras.