La disputa por el Esequibo, una región de 160.000 kilómetros cuadrados situada al sur de Venezuela y al norte de Guyana, se ha intensificado en los últimos años. El pasado 5 de diciembre, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso crear una ley para declarar la creación de un estado en el Esequibo. Esta propuesta ha sido condenada por Guyana, que considera que es un acto de agresión.
Guyana considera que las amenazas de Maduro han avivado el conflicto territorial entre ambas naciones. Esta renovada disputa ha reavivado preocupaciones sobre la estabilidad en una región marcada por su historia de conflictos limítrofes y tensiones geopolíticas.
La propuesta de Maduro ha sido condenada por la comunidad internacional. Estados Unidos, la Unión Europea y los países miembros del Caricom han expresado su apoyo a Guyana y han condenado la propuesta de Maduro.
¿Qué es el Esequibo?
El Esequibo es una región que ha sido disputada por Venezuela y Guyana desde el siglo XIX. En 1899, un tribunal de arbitraje internacional otorgó la región a Gran Bretaña, que en ese momento gobernaba Guyana. Sin embargo, Venezuela nunca ha reconocido la decisión del tribunal y considera que el Esequibo es parte de su territorio.
La región del Esequibo está habitada por unas 30.000 personas, la mayoría de las cuales son de origen amerindio. La región es rica en recursos naturales, incluyendo petróleo, gas natural y minerales.
El Esequibo es importante por dos razones principales:
- Por sus recursos naturales: La región es rica en petróleo, gas natural y minerales. Se estima que el Esequibo podría contener hasta 32 mil millones de barriles de petróleo, lo que lo convertiría en una de las regiones petroleras más importantes del mundo.
- Por su ubicación: El Esequibo se encuentra en una ubicación estratégica, al norte de la cuenca del Amazonas. Esta ubicación podría dar a Venezuela un acceso más fácil a los mercados internacionales.
El origen del conflicto entre Venezuela y Guyana
La disputa por el Esequibo tiene raíces históricas profundas. Cuando España fundó la Capitanía General de Venezuela, esta región formaba parte de su territorio. Tras la independencia de Venezuela en 1811, el control sobre el Esequibo permaneció bajo su soberanía. Sin embargo, la situación se complicó cuando el Reino Unido firmó un acuerdo con los Países Bajos, adquiriendo alrededor de 51,700 kilómetros cuadrados al este de Venezuela.
El tratado no delimitaba la frontera occidental de la Guayana Británica, y en 1840, el explorador Robert Schomburgk fue designado para definirla. Su propuesta, conocida como «Línea Schomburgk», reclamaba cerca de 80,000 kilómetros cuadrados adicionales. A lo largo del tiempo, hubo varias versiones de esta línea, cada una ampliando el territorio reclamado.
La intervención de Estados Unidos en 1895, bajo la Doctrina Monroe, favoreció a Venezuela y recomendó un arbitraje internacional para resolver la disputa. Sin embargo, en 1899, el Laudo Arbitral de París otorgó el territorio a Reino Unido. A pesar de este fallo, años después, un memorándum del abogado estadounidense Severo Mallet-Prevost, parte de la defensa de Venezuela en el Laudo, denunció irregularidades y falta de imparcialidad en el proceso, lo que llevó a Venezuela a declarar el laudo como nulo.
En 1966, antes de otorgarle la independencia a Guyana, Reino Unido pactó con Venezuela el Acuerdo de Ginebra, reconociendo el reclamo venezolano y buscando soluciones para la disputa. A pesar de varios intentos a través de la ONU entre 1982 y 1999, no se llegó a una resolución.
Durante el gobierno de Hugo Chávez, el tema quedó archivado, pero resurgió cuando se descubrieron yacimientos de petróleo en el área disputada en 2015. Desde entonces, las tensiones han ido en aumento. El gobierno de Maduro ha aprovechado la situación con un tinte nacionalista, movilizando manifestaciones y buscando la unidad nacional en torno al Esequibo, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
¿Podría haber una intervención militar en Guyana?
La posibilidad de una intervención militar es una preocupación latente. Sin embargo, es poco probable que se produzca una escalada militar. Venezuela está debilitada por la crisis económica y política, y Guyana es un país pequeño y sin capacidad militar significativa.
Venezuela ha enfrentado una profunda crisis económica y política en los últimos años, lo que ha debilitado significativamente su capacidad para emprender acciones militares a gran escala. La falta de recursos financieros, la disminución de la inversión en defensa y las tensiones internas han mermado su capacidad para llevar a cabo operaciones militares extensas o de gran envergadura.
Además, la crisis económica en Venezuela ha afectado a los militares, generando problemas de abastecimiento, falta de mantenimiento de equipos y condiciones precarias para los soldados, lo que ha provocado la deserción de muchos de ellos. Esto ha socavado aún más la efectividad operativa de las fuerzas armadas venezolanas.
En cuanto a la capacidad bélica de Venezuela, a pesar de poseer un número considerable de efectivos militares, su poderío se ha visto afectado por la falta de mantenimiento y modernización de su arsenal. La adquisición de nuevos equipos y la capacidad de realizar operaciones de alto nivel se han visto comprometidas debido a las limitaciones económicas.
Por otro lado, Guyana es un país con una capacidad militar mucho menor en comparación con Venezuela. A pesar de tener sus propias fuerzas armadas, estas son significativamente más pequeñas en términos de personal y recursos en comparación con las de Venezuela. Sin embargo, Guyana ha estado invirtiendo en fortalecer su capacidad defensiva en respuesta a las tensiones con Venezuela en la región de Essequibo.
Aunque la posibilidad de una intervención militar en Guyana es una preocupación latente, diversos factores, como la debilidad económica de Venezuela, la deserción dentro de sus filas y las limitaciones de capacidad bélica de Guyana, hacen que una escalada militar a gran escala sea poco probable en el corto plazo. Sin embargo, las tensiones territoriales entre ambos países continúan siendo motivo de vigilancia y seguimiento por parte de la comunidad internacional.
¿Cuáles son las posibles soluciones?
La resolución de esta disputa histórica probablemente se encuentre en las negociaciones, aunque el pasado ha demostrado la dificultad de llegar a acuerdos. Este camino puede extenderse a lo largo de varios años.
Una vía posible sería un acuerdo de soberanía compartida entre Venezuela y Guyana, permitiendo el aprovechamiento conjunto de los recursos del Esequibo. Otra opción sería un arbitraje internacional, cuyo veredicto definiría la pertenencia del territorio en disputa.
Este conflicto latente podría generar serias consecuencias para la región. La urgencia radica en que las partes encuentren una solución pacífica antes de que esta escalada genere repercusiones graves y duraderas en el área.
