¡Qué bochorno! Qué dirá el camarada Che Guevara si llegase a resucitar y ver que tantos depravadx están usando su cara en banderas y camisetas del Orgullo Gay.
Cuando precisamente camaradas como el Che Guevara decían que los homosexuales necesitaban trabajo forzoso para que aprendieran a ser hombres y se han documentado torturas y asesinatos por parte de los camaradas del siglo XX hacia la población homosexual de la época.
Sin embargo, así como en el pasado el partido demócrata se opuso al fin de la esclavitud y hoy se muestra como un partido salvador y luchador por los derechos de los negros; la izquierda que en el pasado atropelló a los homosexuales y lo discriminó, hoy izan las banderas del orgullo LGBT+, sin duda, con la finalidad de fidelizar adeptos y electores a sus causas.
El camarada que se burla de los camaradxs
¿Realmente a la izquierda le interesan los gays, los negros, las mujeres y los pobres?
La extrema izquierda históricamente ha dividido las sociedades entre minorías para lograr mayorías. En el pasado dividieron entre ricos y pobres; y entre empresario y obrero, desde luego, su discurso de lucha de clases en sociedades donde la gran mayoría eran pobres, le permitió a la izquierda una alta popularidad.
Gracias a las aperturas de mercado y el avance tecnológico, las brechas entre ricos y pobres se ha disminuido y cada vez más pobres tienen acceso a las tecnologías que anteriormente eran exclusivas de las clases más pudientes.
Además, las clases populares entendieron que los ricos son necesarios porque son ellos los que generan empleos, riquezas y las oportunidades para sacar a otros miles de la pobreza gracias a trabajos estables, bien pagos y de calidad.
El discurso contra los ricos y los empresarios, si bien aún es popular, cada vez genera menos conflictos que hace 50 años.
De minorías en minorías, la izquierda conquistó la mayoría
Es por eso que los camaradas se tuvieron que reinventar para volver a ganar elecciones y convencer a la mayoría de que es necesario que ellos lleguen al poder para salvarlos del malvado neoliberalismo y de la satánica extrema derecha que pisotea a los oprimidos y a las minorías.
Prácticamente todo el continente americano se ha teñido de rojo con la presencia de presidentes disfrazados de progresistas pero que ocultan una agenda de extrema izquierda.
Hace 33 años cayó el Muro de Berlín y con él la teoría del comunismo que trajo miseria, muerte y destrucción a todos los países que probaron las «mieles» de la igualdad, la lucha de clases y la justicia social que proponía Marx.
No obstante, esos nostálgicos de la Unión Soviética (Como escribió en su libro el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro), no han descansado hasta llegar al poder y con unos cambios de pantomima volver a implementar, por segunda vez, el socialismo en los países donde llegan.
El perfil del camaradx del siglo XXI
¿Eres gay? ¡No puedes votar por la derecha que te oprime! ¿Eres mujer? ¡No puedes votar por la derecha machista! ¿Eres negro? ¡No puedes votar por los que esclavizaron a tus antepasados!
¿Eres obrero? ¡No puedes votar por los que apoyan a los empresarios que te explotan! ¿Eres estudiante? ¡Tienes que ser rebelde y apoyar a la izquierda!
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Y la que no podía faltar… ¿eres pobre? ¡No puedes votar por los culpables de tu pobreza!
La izquierda comunista y el típico Camarada burgués han aplicado muy bien el dicho «divide y vencerás». Esa misma extrema izquierda se ha encargado durante décadas de dividir la sociedad en minorías y ha convencido a gran parte de esas minorías de que ellos (los progresistas) son los únicos salvadores que pueden «defender sus derechos y luchar por una sociedad más justa e igualitaria».
Y todavía esa extrema izquierda pretende imponer el discurso de «sociedades desiguales» con la finalidad de fortalecer su teoría y convencer a la mayoría de imponer el modelo fracasado del comunismo en Latinoamérica y así expandir su ideología de muerte y miseria que ha empobrecido a millones de personas en el mundo.
¡Ojo! A los nuevos camaradxs los están formando a través de medios de comunicación (películas, series), escuelas, universidades y redes sociales, donde a través de una corrección política se les pretende imponer un nuevo modelo de pensamiento que parezca moderno, pero que en realidad, sigue siendo el mismo comunismo.
Guillermo Farit Padilla
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